enero 13, 2009

Cuentos que sí son cuentos...

Cuando éramos niñas, nuestras mamás nos contaban fantásticas historias de príncipes valientes que se enamoraban de doncellas o princesas y hacían todo lo posible por obtener su amor. Estos cuentos son de historias algunas veces reales, otras legendarias, como la clásica Odisea en donde Penélope espera abnegada por el regreso de su amor, rechazando a los muchos pretendientes que querían casarse con ella, perdiendo en esa espera muchos años de su vida. Y aunque milenaria, tiene un final común a las otras historias que han superado los vestigios del tiempo: él regresa, y el amor triunfa sobre cualquier inclemencia.

Es obvio que de niñas no nos contaron las historias correctas. Luego uno va por la vida pensando que existe el amor puro y sin defectos, desperdiciando sus mejores años con supuestos príncipes. Lo malo es que al parecer a ellos de niños les contaron historias ¿muy diferentes? O tal vez son las mismas y nos queremos engañar, pero la realidad es que ni ellos son príncipes ni nosotras somos ningunas princesas. Si con un personaje de los cuentos de hadas nos debemos de identificar tendría que ser con los ogros y las brujas malvadas, por no decir otra cosa.

Si de verdad queremos estar con una persona, debemos aceptar que todo ser humano es un manojo de defectos, aprender a convivir con la mayoría de estos sin que ello afecte a nuestra dignidad, y cada quien aceptar sus errores, ser humildes y aprender a pedir perdón y perdonar. Y exigir solo aquello que estamos dispuestos a dar.

Hablar de todo esto me hizo recordar la historia de la película de Shrek. Es la onda, con personajes completamente humanos, reflejando que existen las dudas, los defectos, las debilidades, el dolor, las tentaciones, la traición, la ambición, el querer tirar la toalla… bueno, no sé si TODO eso venga en la película, pero muchos de esos aspectos sí, y con historias así, sí creo que el amor pueda existir, y triunfar sobre cualquier debilidad.

Una hipótesis sobre el amor: Vivir felices por siempre no es casualidad, es una decisión.

2 comentarios:

Wendy Música dijo...

Me pasaron este poema:

Poema Gestálico.

Yo hago lo mío y tú haces lo tuyo.
No estoy en este mundo para llenar tus expectativas.
Y tú no estás en este mundo para llenar las mías.
Yo soy yo y tú eres tú.
Y si por casualidad no encontramos... es hermoso.
Y Si no... no puede remediarse.


Fritz S. Perls (1893-1970)

Mauro dijo...

Lindo!!!, efectivamente la felicidad es una decisión, una opción.
Y Perls si tiene razòn, gracias por visitar y comentar.
Un abrazo,
Mauricio