junio 28, 2009

Sueños que saldan cuentas pendientes


Me levanté de prisa pensando que podría ser demasiado tarde, pero al ver el reloj, me di cuenta de que era exactamente la misma hora de ayer, y de antier, y de todos los días...

Pero la que se levantó hoy no es la misma de siempre. Cada día soy una diferente, y la de hoy es menos densa que ayer.

Y ahora que me pongo a reflexionar sobre mis sueños de la noche anterior, recuerdo que ahí estaba ella, nuevamente como intrusa, pero esta vez al saber yo lo que iba a ocurrir, tenía la oportunidad de hacer las cosas bien. Y así lo hice: cerré bien las puertas, aseguré bien todo, protegí lo que es mio, y lo que es de quien amo. Y sobre todo, pude verla a los ojos y reclamarle por todo lo que pasó.

No sabía que por lo que pasara en un sueño también podías desahogarte. Y tengo una sensación de que ella también lo soñó. Ahora, por extraño que parezca, tengo la certeza de lo que nos hizo le pesa en su alma, y que le pesará por siempre, y si es así, al menos la deuda moral, queda saldada.

junio 08, 2009

Tormenta





Hay días en que amanezco extasiada. Son días en los que me levanto y me miro al espejo, y mi cuerpo es demasiado pequeño para el tamaño de mi alma. Son días en que yo no soy mi cuerpo, éste sólo es un disfraz, un móvil, un simple contenedor de la energía que me mueve por el universo y es capaz de cambiar hasta el rumbo de un tornado.

Últimamente habían habido muchos de esos días, pero hoy, hoy no fue uno de ellos.

Hay otros días, como el de hoy, en que amanezco asqueada, no se de qué. Son días en los que siento el estómago hecho nudo por una ansiedad que atraviesa mi diafrágma, como extrangulando mi columna vertebral. Luego me levanto, y al asomarme a la ventana descubro un humo negro ocupando el espacio que debía pertenecer al azul cielo. Vomito. Luego me escondo en mi refugio de carne y hueso, que me protege, que nunca en esta vida me abandonará, que acaricia y cubre suavemente mi verdadero ser, que no quiero apartar nunca de mi, a pesar de que el cielo sea negro en horas de azul, o precisamente porque el cielo es negro en horas de azul.

Luego, los árboles enfurecidos me hacen justicia y reclaman su luz, se azotan entre si para provocar un viento cruel que despejará el humo intruso. Y el cielo llora conmovido. Y con ese llanto, las penas se irán hacia el centro de la Tierra, donde serán quemadas por el magma y resurgirán transformadas en dicha, bajo la forma de la vida. Después de eso, mi alma se volverá a desnudar, y volará, nuevamente libre...

junio 01, 2009

Fases de la Luna. ¿Matrimonial, King Size o camas separadas?

Queridos amantes lectores de lo ajeno, les presento con orgullo una sección que se me ha ocurrido para mi blog. Se llama: Las fases de la Luna. ¿¿qué original soy verdad??

Bueno, es que por fin pude darle un sentido al título del blog. Las fases de la luna será una sección experimental, en la cual yo pondré una frase del dominio público, o un dicho, y daré mi opinión tratando de apoyarlo o refutarlo. Pero la sección lleva una dinámica, y es simplemente responder ustedes qué opinan al respecto. La opinión real que yo tenga al respecto, la pondré en el siguiente post. Como no tengo un ritmo regular de escritura, lo anterior no significa que cada tres días vaya a haber fases de la luna. Las habrá cuando surjan.

Por lo pronto, aquí está la primera:

¿Matrimonial, King Size o camas separadas?





Las camas King Size destruyen relaciones, son mejores las matrimoniales, pues el hecho de que la pareja duerma muy cerca del otro y pueda haber un roce de piel, ayuda a resolver cualquier dificultad o diferencia que haya quedado pendiente...


¿Será esto cierto?

Dejando a un lado romanticismos que creo yo ya no van de acuerdo con la mentalidad de los enamorados de este siglo, todos tenemos derecho por las noches, si así lo deseamos, en nuestra cama manotear, voltearnos, volver a darnos la vuelta, cambiar de dirección, estirar las piernas, hacernos bolita, dormir diagonalmente, cambiar de almohada, o aventarlas al piso, u ocupar todas las almohadas, o descobijarse, o cobijarse, o cualquier otra cosa que se les ocurra, en el momento en que más lo necesitemos o se nos antoje, sin estar cuidando que alguien más pueda despertarse por ello.

Por eso, yo estoy a favor de las camas King Size, o tal vez hasta camas separadas, ¡¡O cuartos separados!! por aquello de los ronquidos o gases tuyos o de tu pareja... bueno, lo último sí está muy extremo... pero ¡Que viva la individualidad!