enero 27, 2009

La columna dominical.

Raquel era una excelente escritora, reconocida y popular aunque solo en su comunidad. Pero ella en realidad no aspiraba a más, y aunque lo hiciera, por más esfuerzos que hubiera hecho no hubiera llegado más lejos. Ella escribía para un periódico de la localidad, en una columna que salía una vez por semana en la que trataba temas variados, contestando en algunas ocasiones a sus lectores los e-mails que le mandaban pidiendo consejos u orientación. Se podía decir que era moralista, pues trataba temas muy controversiales como la eutanasia, el aborto, la homosexualidad, la virginidad, y siempre sus respuestas eran orientadas hacia las "buenas costumbres", juzgando de la manera más cruel a todos aquellos que para ella no actuaran de una manera correcta.

Trabajaba desde su departamento, en el que vivía sola, pues estaba divorciada y la custodia de sus hijos se los había quedado su ex-esposo debido a que Raquel tenía problemas con el alcohol y a que en algunas ocasiones amenazó con suicidarse, teniendo un cuchillo en la mano. No tenía a nadie, pues cuando era joven su padre había muerto de cáncer, para fortuna de ella, pues jamás había sentido el menor cariño hacia él. Para los últimos días de los pocos que dejó vivir la enfermedad al señor, Raquel dijo a alguno de sus mejores amigos: "Ya que se muera". Además, su madre se había mudado con uno de los tantos amantes que tuvo, y su hermano había hecho una familia, borrando ambos todo rastro y todo nexo con el pasado.

Pero Raquel siempre había sido así. Siempre mostrando una buena cara ante la gente, juzgando y señalando a cada que podía, sin darse cuenta de lo podrida que tenía su alma. Raquel, aunque en su juventud fue adorada por muchos y aparentemente era popular y feliz, no tenía capacidad para amar a nadie, simlemente nació sin corazón. Ni a su propio padre le lloró sinceramente cuando murió, lo hizo solo por las apariencias. Sólo se amaba a si misma, el sentido de su existencia era ser siempre alabada, pero pronto su piel se arrugó, sus senos y glúteos se volvieron flácidos, y al perder aquello por lo que la gente la buscaba: su belleza, quedó así, como está en la actualidad, completamente sola, escudada en una falsa identidad, usando las letras de la columna dominical como disfraz.

Roles

¿Qué sería de mi vida si dejara de ser tan CONTROVERSIAL?

Tan solo han sido necesarias algunas cuantas palabras, algunas verdaderas y otras inventadas, para que miles de historias hayan sido creadas, y en muchas de ellas tengo el rol principal. Tan solo han bastado algunos actos de libertad incomprendida, atrevimiento, irreverencia, tan solo ha sido saber que puedo saltar desde muy alto y no morir. Ser diferente, solo eso ha bastado para ganarme todos esos adjetivos, todas esas historias, en las que algunas veces soy heroína, pero en su mayoría soy villana.

Pero los papeles de villana son siempre los más interesantes, los más retadores.

Hubo una vez una bruja verde, que se preocupó y luchó por la justicia y los derechos ajenos, ¿y qué pasó? Fue juzgada, señalada, etiquetada como malvada, perseguida y al final de cuentas asesinada.

Pero yo no soy ni la princesa, ni la bruja, ni la villana, ni la heroína de los personajes a los que interpreto. Yo soy la que queda cuando se cierra el telón, cuando han callado los aplausos o abucheos, las críticas o elogios, cuando retiro el maquillaje y trajes ostentosos y vuelvo a ser la chica de jeans y muchos lunares en el rostro. Y soy aquella a la que solo le gusta tratar con aquellos que saben cuándo dejar el personaje y volver a ser personas.

enero 26, 2009

La rana en el pantano...

Y existió un tiempo, en un pantano no muy lejano, una rana cantarina. Cantaba y cantaba, día y noche, noche y día, en su pequeño mundo lodoso. Todos los animales de su ecosistema la alababan y ella se sentía grandiosa, realizada y feliz. Agripina (así se llamaba la rana) no dejaba de cantar, sino era para cumplir con sus necesidades más básicas, que eran comer, dormir y evacuar.

Y así fue que pasó el resto de sus días, cantando y deleitando a los seres vivientes de su pequeño pantano, sin saber jamás que había un extenso mundo que conquistar fuera de la comidad de su casa.

La vaca en la luna o parte dos de dos

Hace unos días, subí una foto editada por mi (la segunda de mi vida) al metroflog, y además escribí un cuento al respecto:

Erase una vez una vaca ordinaria, blanquinegra como muchas otras, que un día despertó queriendo ser diferente a las demás. Pensó en cómo podría lograr su objetivo, y muchas cosas vinieron a su mente:

- Teñirse de verde revolcándose en el pasto...
- Adelgazar
- Volar...

¡Volar!

Si volara, sería la envidia de sus compañeras...

Así que un buen día se lo propuso, había escuchado a los humanos decir que un viejo gordo con graje rojo concedía deseos en navidad, así que escribió la carta... no, esperen, las vacas no saben escribir... bueno, esperó noches y noches hasta ver una estrella fugaz, entonces pidió su deseo: viajar a París en primera clase... este, perdón, historia equivocada...

Bueno, continúo...

Entonces, la vaca, quien por cierto se llamaba clarabella, cuando por fin vió la estrella fugaz, pidió su deseo con todo fervor, y esa noche pudo dormir tranquila. Al día siguiente despertó con una horrible comezón en su lomo, pensó que eran las moscas y trató de espantárselas con la cola, pero no pudo. Desesperada, fue a dar un paseo para olvidar su molestia y de paso buscar un poco de agua para beber, pero al verse en el reflejo, notó que tenía unas enormes y blancas alas. - Bueno, no está mal- pensó, y se apresuró a correr para ver si podía emprender el vuelo. Como era de esperarse, tropezó varias veces antes de lograrlo.

Cuando por fin emprendió el vuelo, fue duramente criticada, la pasó realmente mal. Sobre todo porque cometió el error de sobrevolar medio oriente, y el ejército israelí pensó que era algo tipo caballo de troya versión palestina, solo que vaca en lugar de caballo, y volando en lugar de rodando, y le lanzó un proyectil. Por suerte, nuestra amiga alcanzó a esquivarlo. Fue cuando comprendió que este mundo no está hecho para las vacas voladoras, así que decidió probar algo que jamás ninguna vaca había pensado: Llegar a la luna.

Y entonces unos astronautas se la encontraron, y le tomaron esta foto...

FIN.


Luego, ocurrió por ahí un mal entendido.

¿¿Saben qué??

Por lo que hago, soy una persona digamos, conocida, aunque conste que no digo popular. Se que hay gente que me quiere mucho, y otra que me odia tanto que está muy al pendiente de lo que hago y dejo de hacer, y que siembra chismes y odio en torno mio, lo cual me resulta sumamente hilarante...

Pero lo que más risa me da, es que se adjudiquen los motivos de mis acciones... es decir, que si yo escribo un cuento de una VACA CON ALAS, piensan que estoy tirando pedradas a alguien en específico, cuando no, si yo le quiero decir a alguien algo, lo hago directamente (ya aprendí a no ponerlo en fotologs, porque luego hay gente loca que mete denuncias por decir verdades a través de la itnerné), así que si un día se me incha la gana recortar una vaca de una foto, ponerle alas y hacer un fotomontaje y escribir un cuento en el que la vaca viaja a la luna, es porque simplemente fue UNA OCURRENCIA MÍA!!

Como si no supieran que soy una loca, soñadora, creativa, imaginativa, multidisciplinaria... las cosas se me ocurren, las ideas brotan en mi cabeza, tantas como cabellos hay en ella, o más...

Uno no puede nacer con varios talentos además de cantar, porque luego ya la gente se adjudica los motivos de sus acciones... o PEOR aún, se lo adjudican a algún conocido, nomás por fregar y meter carrilla y cizaña...

Además de cantar: escribo, toco la guitarra, hago armonías vocales, distingo tonos, leo nota, pienso, creo, bailo, dibujo...

FACE IT. Punto.

Parte uno de dos

Fui a las instalaciones de una universidad para empezar con el trámite de revalidación para Merca (que fue lo que autorizaron, y que ha sido todo un dolor de cabeza, sobre todo por trabas que me ha puesto el tec con mi papelería, etc...) y entré a la dirección para entrevistarme con la persona encargada del asunto, cuando de pronto me sorprendió ver pasar a una persona que me resultó muy conocida...

Le dicen "El tío" y es el encargado del departamento de música del Tec, es el director musical de las obras y ensambles, y el maestro de talleres de música, y es muy respetado y admirado por todo aquel que sepa aunque sea un poco de música, pues el señor sabe tocar muchos instrumentos, además de que tiene oido absoluto (escucha una canción y puede pasarla a partitura, tanto armonía como melodía, separando cada instrumento). Lo saludé y nos preguntamos que hacíamos ahí, yo le conté de mi revalidación y él me dijo que en la UAC era solo un empleado de mantenimiento...

El asunto me dejó muy sorprendida, cómo en una universidad de tanto prestigio como el ITESM, una persona puede ser tan respetada y admirada, y en una universidad pública, sea vista como un simple empleado... y si me sorprendió fue porque normalmente ocurre lo contrario...

El tío y yo platicamos buen rato, y reimos de cuando participé en un concurso interno del Tec y no gané, y él cada que me veía me decía: ¡¡Wendy, nos robaron!!, creanme, cuando eres cantante y una persona así te dice eso, se siente realmente fregón...

Y bueno, el Sábado comencé mi diplomado en diseño gráfico, y patié colas, nos pusieron a redibujar un logotipo incluyendo las letras sin usar la herramienta de texto (para practicar el convertir las líneas a curvas y eso) y puedo decir que me quedó igualito, las otras chavas estaban realmente sufriendo, aunque pienso que ni siquiera estaban haciendo realmente el intento, tal vez solo se metieron al curso para tener algo en su currículum...

enero 16, 2009

Wendy Barcelona

Hace unos días fui a ver la película de Vicky Cristina Barcelona, y me identifiqué demasiado con el personaje que hace Scarlett Johanson, “Cristina”, y no, no por el físico, antes de que empiecen a moler con eso, sino por muchos pequeños aspectos de su personalidad.

Cristina es una bohemia-romántica sin remedio, originaria de Nueva York. Ama el arte y a los artistas, la aventura, la poesía y siempre tiene dentro de sí una enorme necesidad de expresarse, sin embargo aún no ha encontrado la forma. Aunque es una mujer hermosa, tiene muchas inseguridades, y en ese momento de su vida está resignada a creer que no posee talento alguno. Es por ello que todo lo que escribe y fotografía (ya que estas son sus dos pasiones) lo mantiene oculto, como una forma de auto-complacerse y consolarse. Ahí lo mantiene seguro, protegido de que alguna mala crítica pueda matar su única pasión.

Ella hace un viaje junto con su mejor amiga, Vicky, y en ese viaje conoce a Juan Antonio, quien es pintor y por quien se siente atraída desde el primer momento, y quien les hace a ambas la invitación a pasar un fin de semana en Oviedo para pasear, convivir y probablemente hacer el amor los tres. Al regreso del viaje, Cristina empieza a salir con Juan Antonio y termina mudándose con él a las pocas semanas, pero por desgracia (o fortuna) él sigue enamorado de su ex esposa, María Elena, quien también es pintora y sumamente apasionada (y ¿cómo no?, ¿si mencioné que eran artistas, verdad?).

Por diversas circunstancias, Cristina, Juan Antonio y María Elena terminan teniendo un romance de tres, y Cristina lo disfruta un tiempo, y es María Elena quien le hace ver que tiene en la fotografía un gran talento. Cristina, presionada por el ex matrimonio, construye un cuarto oscuro y comienza a tomar fotos, desarrollándose cada vez más. Pero después de un tiempo termina dándose cuenta de que esa vida (tener una relación abierta con un amante hombre y otra mujer lejos de su país) no es lo que quiere hacer para siempre, así que vuelve a Nueva York.

En el transcurso de la película, se le define como una persona con “inconformidad crónica”, “que no sabe lo que quiere, solo lo que no quiere”, que va por el mundo siempre “encontrándose a sí misma” y es en estos últimos aspectos en los que me encuentro a mi misma…

Mi vida no ha sido escrita bajo los preceptos de lo normal, lo correcto, lo moral ante la mirada de otros. Sin embargo, es por ello que ahora puedo enumerar muchas aventuras en ella. Las mejores experiencias y los mayores aprendizajes, los he tenido porque he seguido a mis impulsos, mis sueños, mi voz interior. Mientras otros terminaban una carera, se casaban, pasaban 8 horas diarias en un escritorio haciendo lo que les tocó o lo que había y muchas veces sin disfrutarlo, frustrándose un poco día a día, adquiriendo seguridad y construyendo su concepto de la felicidad que para mí es más bien conformidad, yo estaba bajo reflectores, en autobuses recorriendo muchos kilómetros, bajo otros techos, conociendo gente, arriesgándome, conociendo historias de vida, historias de éxitos y fracasos, escribiendo mi propia historia que no se parece a la de nadie…

Y todavía lo mejor está por llegar. Tal vez algún día yo viaje a Barcelona y sostenga un romance de tres con una pareja de pintores, y alguien me haga descubrir el talento que tengo muy bien escondido. Por lo pronto, se que lo mejor aún está por venir…

enero 13, 2009

Cuentos que sí son cuentos...

Cuando éramos niñas, nuestras mamás nos contaban fantásticas historias de príncipes valientes que se enamoraban de doncellas o princesas y hacían todo lo posible por obtener su amor. Estos cuentos son de historias algunas veces reales, otras legendarias, como la clásica Odisea en donde Penélope espera abnegada por el regreso de su amor, rechazando a los muchos pretendientes que querían casarse con ella, perdiendo en esa espera muchos años de su vida. Y aunque milenaria, tiene un final común a las otras historias que han superado los vestigios del tiempo: él regresa, y el amor triunfa sobre cualquier inclemencia.

Es obvio que de niñas no nos contaron las historias correctas. Luego uno va por la vida pensando que existe el amor puro y sin defectos, desperdiciando sus mejores años con supuestos príncipes. Lo malo es que al parecer a ellos de niños les contaron historias ¿muy diferentes? O tal vez son las mismas y nos queremos engañar, pero la realidad es que ni ellos son príncipes ni nosotras somos ningunas princesas. Si con un personaje de los cuentos de hadas nos debemos de identificar tendría que ser con los ogros y las brujas malvadas, por no decir otra cosa.

Si de verdad queremos estar con una persona, debemos aceptar que todo ser humano es un manojo de defectos, aprender a convivir con la mayoría de estos sin que ello afecte a nuestra dignidad, y cada quien aceptar sus errores, ser humildes y aprender a pedir perdón y perdonar. Y exigir solo aquello que estamos dispuestos a dar.

Hablar de todo esto me hizo recordar la historia de la película de Shrek. Es la onda, con personajes completamente humanos, reflejando que existen las dudas, los defectos, las debilidades, el dolor, las tentaciones, la traición, la ambición, el querer tirar la toalla… bueno, no sé si TODO eso venga en la película, pero muchos de esos aspectos sí, y con historias así, sí creo que el amor pueda existir, y triunfar sobre cualquier debilidad.

Una hipótesis sobre el amor: Vivir felices por siempre no es casualidad, es una decisión.

enero 12, 2009

Blanco y negro

Lo puse en el metroflog, pero creo que iría bien aquí:

No imagino como sería la vida si todo lo vieramos en blanco y negro, aunque a las fotos y videos les de un efecto artístico, no sería así si de repente todo perdiera la gama de colores y se nos limitara a vivir en un mundo monocromático.

Supongo que al haber visto así siempre, hubieramos aprendido a encontrar la belleza entre luces y sombras...

Por cierto:

este es mi metroflog

enero 10, 2009

Magia

Mi etapa de bruja verde quedó en el pasado, enterrada en algún recuerdo junto con alguna relación destructiva varios años atrás. No, con alguna no, se exactamente con cual se fue. Pero hay cosas que no han cambiado, podré haber dejado de ser verde pero eso es solo el exterior, los poderes mágicos persisten.

No se cuántos poderes tenga, solo he identificado plenamente dos. Uno de ellos es el poder de la adivinación: una vez que llego a conocer a cierto grado a una persona, lo peor que puede hacer una persona es mentirme, y lo último que haré yo será creerle. No importa qué tan bien haya sido elaborada su excusa, la mentira salta, trata de ser descubierta, y yo la veo... y algunas veces hasta puedo saber cuál es la verdad de todo sin que me lo tengan que decir. Podré tal vez resignarme y aceptar alguna circunstancia pero eso no significa que termine creyéndola.

Tenía un novio que me decía: ¡no es justo! siempre me cachas en la mentira... porque aceptémoslo, es de humanos mentir, todos lo hacemos, yo también y me declaro culpable, pero cuando alguien te diga "ya dime la verdad" más vale pedir perdón, porque esta vez puede ser algo grave, que haga que la otra persona guarde la espinita por meses o años... una mentira descubierta y no aceptada puede ser una piedra en el zapato para una relación.

El otro poder mágico que poseo es el de la desaparición, esto implica el hacerme invisible y poder seguir viendo todo lo que ocurre alrededor, y también implica realmente desaparecer. Esto último me ha ocasionado problemas, pero me ha salvado más veces. Y este poder de la desaparición es el que es absolutamente necesario aplicar, y en esta ocasión, de manera masiva, completamente dolorosa. Aunque es una de las veces en las que creo que muchos no notarán mi ausencia, algunos otros quizá si. De algunos me dolerá más desaparecer que de otros, pero es preciso hacerlo, por mi bien...

Pero todo poder tiene su contraparte: también puedo llegar a tener fe ciega, pero para ello requiero una poción... y claro, también, puedo volver a aparecer cuantas veces quiera... pero esta última vez creo que eso no pasará.

enero 01, 2009

FIN DE AÑO

Una vieja tradición de año nuevo en muchas partes de México es salir a la calle exactamente a las 12 y disparar 12 veces al aire. Mucha gente lo encuentra fascinante, como si en cada bala fuera guardado en secreto un deseo que solo debería ser revelado a Dios o el universo. Pero claro, dejando a un lado la magia y las creencias personales, al día siguiente siempre se encuentran algunos accidentes puesto que todo lo que sube debe de bajar: vidrios rotos, alguno que otro muerto por una bala perdida; es por eso que en Torreón, desde hace ya varios años se ha tratado de concientizar a la gente para evitar esta forma de celebración, y poco a poco se fue arraigando, hasta que en años pasados ya los únicos estallidos que se podían escuchar eran los de los fuegos artificiales. Aún así, se seguía dando a la gente la recomendación de que no saliera a la calle alrededor de las 12, para evitar situaciones desagradables.

Pero este año, más que una recomendación, fue una orden. Por medio de lonas, los que mandan (y no precisamente los que creemos que son la autoridad) comunicaban que muchos negocios debían cerrar desde medio día, otros, ni siquiera debían abrir sus puertas. Ya habían estado dejando avisos desde el fin de semana con un par de balaceras a las afueras de varios centros nocturnos. Y el ejército no debía intervenir, todas las autoridades estaban amenazadas, si intentaban algo, habría consecuencias. Por lo tanto, había toque de queda: preferible quedarse en casa, pero si alguien pensaba festejar fuera, debía quedarse ahí hasta que los festejos terminaran.

No puedo negar que tenía algo de miedo, sobre todo porque algunas alarmas de algunos lugares cerca de mi casa empezaron a sonar poco antes de que yo saliera. Pero debía salir a trabajar, es lo que hago, además este es uno de los eventos mejores pagados de todo el año. Decidí ignorar todo lo que ocurriera alrededor, pero estar preparada pues no sabría cómo reaccionar, a pesar de todo nunca me ha tocado presenciar una balacera, pero ya no estamos en el punto en el que pueda creer que esos personajes son seres inventados por la histeria colectiva, ni siquiera puedo decir que son un fenómeno mediático pues se que todos los medios de Torreón tienen prohibido hablar de los acontecimientos que tengan que ver con los de la última letra, aunque si podríamos usarlos como nuestro pretexto para tener miedo de la crisis a nivel mundial, de la reforma energética, del presidente negro y de todos esos símbolos que anuncian la pronta llegada del apocalipsis... (JOA!)

Nuestro show comenzó a las 11. Tocamos y, justo 30 segundos antes de la media noche, paramos la música y como es tradición, hicimos la cuenta atrás y gritamos ¡FELIZ AÑO NUEVO!. Y mientras veíamos a todos abrazarse, comer sus uvas y brindar, volvimos a tocar con la música muy alta, como para que alcanzara a tapar el ruido del exterior y poder ignorarlo: un concierto de balazos provenientes de armas automáticas que disparaban muchas más que 12 veces, y seguramente no para pedir deseos ni festejar, simplemente avisar: empieza el 2009 y ellos seguirán estando aquí, seguirán siendo los que mandan, seguirán haciendo que una ciudad que empezaba a emerger, se vaya poco a poco al carajo…

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Llegué a mi casa a las 4 am, pues la mayoría de la gente se quedó hasta el final. Fue una gran celebración, aunque por alguna extraña razón no siento “el año nuevo” como en otros años, sino simplemente siento que es el día después de ayer… supongo que con el transcurso de los días me caerá el veinte...