agosto 23, 2009

Día cero




De pronto volví la vista atrás y sentí que mi vida entera había sido un error, y me ví en la enorme necesidad de creer en aquello que por mucho tiempo negué, tal vez como refugio, por deseo, por ansia, por confusión... o por la necesidad primitiva de todo hombre de no sentirse solo y desamparado en el mundo, por la necesidad de tener una esperanza... o simplemente porque el momento llegó...

Por primera vez me vi al espejo y reconocí quién soy en verdad, quién quiero ser y quien había pretendido ser por muchos años.

Nuevamente quise un nuevo comienzo, pero esta vez uno a profundidad, como renacer... olvidando todo pasado, borrando todo error...

Quise ahora permitirme arrepentirme puesto que sólo así podría lograr perdonarme a mi misma, que en todo este tiempo fui quien más se hizo daño al poner tantas barreras a mi corazón.

Hoy abro los ojos y siento una nueva oportunidad para mi alma, mi corazón, mi vida, mis emociones. Hoy decido tomar su mano, y dejarme guiar, dejarme llenar, dejarme mover.

Hoy soy una nueva mujer. Hoy, aunque mi nombre y cuerpo sea el mismo, nadie podrá reconocerme, puesto que ya no soy la misma de ayer.



No hay comentarios: