septiembre 03, 2009

La agenda prohibida.




Hace rato estaba llenando solicitudes de empleo, y cuando llegué a la parte del CURP, recordé que este dato lo tenía apuntado en una agenda del año 2006, "la agenda prohibida", pues fue el año en el que viví 6 meses en el distrito federal y probablemente el que más me haya esforzado por olvidar.

"El tiempo lo cura todo", dicen por ahí. Pues bien, hoy a 3 años y medio de haber empezado esa agenda, acabo de comprobar que mi corazón esta perectamente sano como para volver a abrirla y hojearla, y revivir cada uno de esos recuerdos. Incluso mi corazón está sano para admitir cuáles de los errores fueron míos y cuáles ajenos, y cuáles simples malos entendidos.

Está inclusive suficientemente sano para perdonar, y perdonarse.

Claro que hubo algunas cosas de ese año increíblemente buenas que jamás olvidé. Otras increíblemente malas, que ya no me atemorizan, que ya no tienen eco en mi vida.

Y me encontré varios escritos míos, que bien en estos tiempos me podrían tachar de emo:

"Flores cayendo esperando el final. Las espinas ya no las defenderán. Hojas secas con el aire volarán, con el viento y la lluvia las olvidarán. Sólo insectos muertos las acompañarán, en hadas y duendes se convertirán, recorriendo arcoiris entre nubes blancas, buscando tesoros en relucientes ollas".

Y mi favorito:

El amuleto que olvidé en mi infancia, en el que ahora vuelvo a creer. Los cuerdos no lo pueden sentir, los locos, le llamamos MAGIA".

1 comentario:

Anónimo dijo...

o sea que eso de que yo era el mas guapo del universo era falso? =(