octubre 31, 2010

Breves.



Desperté y te vi, tendido junto a mi cama. Casi podía adivinar una cínica sonrisita, un gesto triunfante por saber lo que hiciste de mi la noche anterior. Pero me percaté de una cosa: ya había salido el sol, y no tenías más poder sobre mí, por lo que me decidí y me levanté. Con firmeza te sujeté entre mis manos con tal fuerza que te hubiera podido extrangular. Enconces, te lancé violentamente adentro del armario. Te lo advierto: Ahí te vas a quedar, pues no quiero saber de ti nada más, ¡Hasta el próximo fin de semana, maldito par de zapatillas!

2 comentarios:

Unknown dijo...

jajaja me sacaste una carcajada XD
vez yo por eso no me la complico

Wendy Música dijo...

jajaja menos mal, lo que menos quería era hacer llorar jajaja debo señalar que debido a mi estatura, es imperativo usar tacones para ir a cantar por lo menos durante la cena y así... luego ya uno pierde el glamour, ya sabes como son las bodas