julio 13, 2011

Pobre, pobre mexicano.

A los que no es gusta el FUA y critican al sujeto, me recuerdan a la anécdota de los cangrejos mexicanos. ¿Por qué? Porque al sujeto le ha ido mal en la vida pero quiere superarse, sólo que corrió con la mala suerte de que lo agarraron borracho.

O a lo mejor resulta que es un alcohólico, pero qué fácil es criticar, ¿no? Seguramente pasó por cosas muy graves para caer en eso, cada quien sus vías para salir adelante, sus debilidades y sus dificultades.

Además, explíquenme,  ¿Cómo está eso de que no les causa gracia el #FUAAA pero sí #juayderito?, es peor lo OTRO, ya que Lopez Dóriga es periodista, duh!

Lo que he podido ver esta semana, es que el pobre mexicano está tan falto de identidad que agarra cualquier cosa de estandarte. Por eso yo no critico el FUA, ¿qué tiene el pueblo, la prole pues? NADA, tiene eso y un bicampeonato de fut Sub17. Déjenlos, es su dicha, su tesoro. El pobre mexicano está tan necesitado de grandeza, que el futbol es lo único por lo que puede sentir orgullo de su país.

Tal vez algunos se sientan incluso despatriados. Si le pusiéramos valor monetario a nuestro himno, dependiendo de cuántos están realmente dispuestos a dar la vida por México, ¿Cuál sería el monto? ¿Qué tan devaluado quedaría? ¿Quedaría debiendo?

Por eso es que digo, a los que amamos a nuestro país: HAGAMOS GRANDES COSAS, aprendamos y después ¡¡¡Compartamos el conocimiento!!! Antes de que la violencia nos alcance y el olvido colectivo entierre toda nuestra esencia.

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