Desde el primer momento en que ocurrió, supe que había cruzado a otra dimensión. A un mundo que jamás creí existente. Me sentía diferente y lo era. Me llamaron loca, y no se equivocaban. En este mundo había muchos otros como yo, sólo que eso último no supe verlo sino hasta hace poco: la humanidad se divide en dos tipos de personas. Muy distintas entre sí.
Los de mi tipo sabemos volar. Trazar rutas uniendo estrellas en el mapa del cielo, para brincar de una a otra. Sabemos ocultarnos en el lado oscuro de la luna. Sabemos tapar el sol. Podemos llegar al fondo del mar, sin salir de casa. Podemos inventar nuevos mundos y realidades con tan solo cerrar los ojos. Podemos dominar un tornado originado en nuestro corazón, así como crearlo.
Gente que camine, la encuentras en cualquier esquina. A quien me pueda acompañar en esos vuelos, lo quiero de compañero de vida.
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