diciembre 07, 2009

El fin justifica los medios pero la ira no justifica la estupidez





El otro día, mi papá regañó a mi hermana adolescente, y esta hizo un berrinche y aventó un control al piso.

Reconocí esa escena de inmediato. ¿Alguno de ustedes lo ha hecho? O tal vez no precisamente el celular, pero… es común que después de que sucede algo que nos molesta demasiado y para lo que no podemos hacer nada al respecto, uno arremeta en contra de un objeto, de preferencia sólido (y mientras más duro mejor) (o sea, duro el objeto).

Lo malo, es que lo hacemos contra lo primero que tengamos a la mano, y muchas veces puede llegar a ser algo no precisamente muy barato… y ¿qué es lo que casi siempre tenemos a la mano? El celular.

Esa es una de las razones por las que he decidido no tener un celular bueno. No me importa cuántas críticas pueda recibir al respecto, el hecho es que, en mi caso, sería una pésima inversión. Otra de las razones es que suelo dejarlo olvidado en lugares públicos, y ¡¡adivinen qué!!  Como mi celular está tan, pero tan FEO, nadie se lo quiere robar, es más, siempre regreso y lo encuentro en su lugar, o en la recepción, o lo recogió algún guardia.

Es una regla que tengo en la vida: el novio, tanto como el celular, deben estar feos, para que nadie me los quiera quitar, pero eso sí, funcionales… (lo del novio no es cierto e)

Pero regresando al tema de los proyectiles destructores y asesinos, hay otro problema más grave que el aventar un objeto caro, y es: Que OTRO objeto de gran valor se atraviese en el trayecto del movimiento parabólico del proyectil, llámese: jarrones, teles, minicomponentes, hermanos menores, mascotas… y es cuando sufrimos consecuencias…

Y es que, está bien que descarguemos nuestro coraje, dicen que no hay que quedarse con nada, pero cuando lo estamos haciendo por causa de una pelea de pareja, yo luego me pongo a pensar y digo: bueno… al final de cuentas ni valió la pena, puesto que el corazón se curó con el tiempo, ¿¿pero el celular?? No señores, nuestro bolsillo no tiene por qué sufrir por culpa de otros.

Así que, a contar hasta 10 o hasta mil, o golpear la almohada, o mejor golpearlos a ellos (ok no, eso no, luego dicen que yo les doy ideas)

1 comentario:

Polly Pocket dijo...

jajajajaj pásele a mi nuevo post en el Ladies' Room.. precisamente trata del tema xD


queeeeee cosas!!!
lo bueno que por lo regular no traemos cuchillos en las manos jijiji

saludos Wen!