Han sido semanas increíblemente felices.
Jamás pensé en lo bueno que sería esto de estar soltera.
Yo que siempre he buscado la libertad, no sabía que la encontraría de este modo.
Es como si por años hubiera soportado una enorme carga en mi, pues debía siempre cuidar mis pasos, mis palabras, o el qué tanto me le acercaba a un amigo, y cosas así.
Y pensar que, si siempre se me veía con novio, era por un motivo muy simple: le tenía mucho miedo a la soledad.
Pero ahora que enfrenté mi miedo, la experiencia fue muy diferente a lo que siempre pensé. Fue como si me hubieran obligado a ir a un lugar en apariencia oscuro, viejo, peligroso, triste y tenebroso, pero al entrar, me di cuenta de que se trataba de una puerta hacia un nuevo mundo lleno de diversiones, experiencias, en el que se puede volar, y se tiene COMPLETA LIBERTAD.
Y lo digo porque abrí los ojos, y comprendí que dejé de hacer muchas cosas por tener una relación, por darle tiempo a mi pareja, por ser "buena novia".
Y me di cuenta también de que en realidad nunca he estado sola. Se siente muy bien liberarse de la dependencia emocional a una pareja. Se siente como por fin respirar aire puro del campo, después de vivir muchos años con el aire contaminado de una gran ciudad.
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